jueves, 6 de junio de 2013

Todo lo que debes saber sobre la Leishmaniasis

Leishmania es un género de protistas responsable de la enfermedad conocida como leishmaniasis, o leishmaniosis. El principal vector de infección son los mosquitos de los géneros Phlebotomus.

El agente causante de la Leishmaniosis es un parásito unicelular llamado Leishmania Infantum, que vive dentro de las células sanguíneas.


La enfermedad se propaga entre los perros a través de las picaduras de mosquitos, en especial el Phlebotomus, que habita en la cuenca mediterránea. El contagio se realiza cuando la hembra del mosquito pica a un perro infestado de Leishmania, lo mantiene en su aparato digestivo, y el parásito sufre allí una serie de transformaciones, que demoran de 4 a 20 días, para así ese mosquito cuando pique a otro perro, contagiarlo.


La enfermedad no se contagia de forma directa, es decir de un perro a otro, es obligatoria la intervención del Phlebotomus para completar el ciclo biológico del parásito.

Los perros con más riesgo de contraer la enfermedad son aquellos que viven todo el tiempo en el jardín, y sobre todo aquellos que duermen fuera toda la noche, ya que el hábito del mosquito es picar al anochecer y al                      amanecer.

España es una zona endémica.

Los flebotomos son habituales en el sur de Europa, donde los países y regiones de la cuenca mediterránea son áreas de riesgo elevado. La leishmaniosis es especialmente activa en casi toda España, Portugal, Italia, Grecia y el sur de Francia.


Ahora mismo, más de dos terceras partes de los perros del sur de Europa están expuestos a la infección, que tiene tendencia a expandirse hacia el norte sobre todo por el cambio climático y el número creciente de personas que viajan con sus perros.

A pesar de que la enfermedad es endémica en casi toda España, algunas áreas están más afectadas. No obstante, cualquier migración supone un riesgo de infección.

Los signos clínicos que presenta un perro afectado por Leshmaniosis son:
  • Anorexia, adelgazamiento, depresión.
  • Zonas sin pelo y con intensa caspa, sobre todo en la cara y extremidades anteriores, ulceras recurrentes en la piel.
  • Hemorragias nasales.
  • Fiebre que no responde al tratamiento habitual.
  • Aumento del tamaño de los ganglios externos.
  • Cojeras intermitentes que no responden a tratamientos habituales.
  • Diarreas crónicas.
  • Lesiones inflamatorios oculares.

¡La prevención es la mejor protección!

Como amante de los animales, es natural que quieras lo mejor para tu perro. Tu veterinario ha empezado a vacunar a tu perro contra la leishmaniosis canina, una enfermedad incurable y a menudo mortal. El programa completo de vacunación proporciona a tu perro una defensa interna continuada contra esta enfermedad.

Los mejores esfuerzos preventivos son evitar el contagio de la enfermedad y su desarrollo. Para esto recomendamos las siguientes medidas:
  • No dejar a los perros dormir fuera.
  • Tratarlos en forma mensual con ectoparásiticidas, vía parenteral o del tipo spot on, como Frontline, Exspot, Advantix, Scalibur, etc.
  • Realizar un chequeo sanguíneo semestral, para en caso de haberse producido el contagio, actuar de manera temprana

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